23 de octubre de 2025
Japón, un país conocido por su arraigada tradición y conservadurismo político, acaba de romper una de sus barreras más simbólicas. El 21 de octubre de 2025, Sanae Takaichi, de 64 años, se convirtió en la primera mujer en asumir el cargo de Primera Ministra, marcando un antes y un después en la historia política del país.
Primera mujer en liderar Japón
Su llegada al poder no fue producto de la casualidad, sino de la perseverancia. Tras dos intentos fallidos en 2021 y 2024, la política conservadora finalmente logró imponerse en las elecciones internas del Partido Liberal Democrático (PLD).
Con ello, no solo rompió un techo de cristal en una nación donde menos del 10% de los parlamentarios son mujeres, sino que también asumió el reto de liderar un país enfrentado a una economía estancada, una baja tasa de natalidad y una creciente tensión geopolítica en Asia.
¿Quién es Sanae Takaichi?
Nacida en Nara en 1961, Sanae Takaichi creció en el seno de una familia de clase media: su padre era oficinista y su madre, agente de policía. En su juventud, mostró un espíritu rebelde y multifacético.
Es amante de las motocicletas, buceadora y fan del heavy metal, llegó a ser baterista de una banda y presentadora de televisión antes de entrar a la política.
Estudió Economía en la Universidad de Kobe, donde destacó por su disciplina y oratoria. Su vocación política nació tras pasar un tiempo en Estados Unidos en la década de 1980, cuando trabajó en la oficina de la congresista demócrata Patricia Schroeder.
Aquella experiencia le permitió observar cómo se percibía a Japón desde el exterior, lo que la impulsó a buscar una carrera pública con la misión de fortalecer la imagen y la independencia de su país.
Está casada con el músico Taku Yamazoe, con quien comparte una relación discreta y sin hijos. Sus allegados la describen como una mujer metódica, amante de la puntualidad, los informes técnicos y las noches de lectura.
En sus días libres, cambia los trajes políticos por su motocicleta Harley-Davidson, símbolo de su independencia.
Sanae Takaichi es de ideología conservadora
Sanae Takaichi inició su carrera política en 1993 al ganar un escaño en la Cámara de Representantes. Desde entonces, ha ocupado más de diez mandatos y se ha consolidado como una de las voces más fuertes del PLD.
Su trayectoria incluye cargos como ministra de Asuntos Internos y Comunicaciones, ministra de Política Económica y Fiscal, y ministra de Seguridad Económica.
Identificada con el ala más conservadora del partido, ha defendido la tradición familiar japonesa y se ha opuesto a medidas como el matrimonio igualitario o la posibilidad de que las mujeres casadas mantengan su apellido de soltera.
Sin embargo, durante su última campaña suavizó su discurso y propuso políticas de conciliación familiar, como deducciones fiscales para empresas con guarderías internas y beneficios tributarios para familias que contraten niñeras.
Su visión política, bautizada como “Inversión para la Gestión de Crisis”, busca posicionar a Japón como líder en inteligencia artificial, semiconductores y defensa.
Mi objetivo es que Japón nunca más dependa de la voluntad de otros países”, declaró en su discurso de victoria ante el Parlamento.
¿Cuál será el reto para Sanae Takaichi?
Aliada cercana del fallecido ex primer ministro Shinzo Abe, Takaichi ha prometido revivir su modelo económico, el “Abenomics”, basado en la inversión pública y préstamos a bajo interés.
Además, ha insistido en fortalecer las Fuerzas de Autodefensa de Japón, un tema históricamente sensible debido a las restricciones constitucionales impuestas tras la Segunda Guerra Mundial.
Su elección también busca frenar el avance del partido de extrema derecha Sanseito, que ha ganado popularidad entre los votantes conservadores con su lema “Los japoneses primero”.
El PLD, tradicionalmente dominante, ha visto reducir su mayoría en ambas cámaras, y Takaichi enfrenta la tarea de reconstruir la confianza pública en un momento clave para el país.
Su ídolo político es Margaret Thatcher, la “Dama de Hierro” británica, y no ha ocultado su deseo de ser su equivalente japonesa:
Quiero liderar con firmeza, pero también con sensibilidad hacia las necesidades reales de la gente”, declaró recientemente.
El ascenso de Sanae Takaichi no solo marca un hito histórico en Japón, sino que también envía un mensaje poderoso al mundo: incluso en las sociedades más tradicionales, el liderazgo femenino puede abrirse camino.




















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