15 de octubre de 2025
La policía de Trinidad y Tobago dijo que investiga la posible muerte de dos de sus ciudadanos en el último ataque de Estados Unidos contra una embarcación que presuntamente transportaba droga y que navegaba frente a las costas de Venezuela.
El presidente estadunidense, Donald Trump, anunció el martes la muerte de seis personas en este ataque se suma a al menos otros cuatro desde que Washington desplegó en agosto los buques militares cerca de las costas venezolanas con el argumento de combatir el narcotráfico.
La investigación de la policía trinitense comenzó luego de que residentes de la aldea de pescadores Las Cuevas, en el norte de Trinidad, alertaran a las autoridades sobre la presencia de dos compatriotas en la embarcación, dijo a la AFP vía telefónica un agente policial.
La policía, sin embargo, no ha podido confirmar o desmentir la información.
La madre de uno de los presuntos fallecidos reclamaba el ataque.
La ley del mar es que si ves un barco, se supone que debes detener el barco e interceptarlo, no solo volarlo», dijo vía telefónica a la AFP Lenore Burnley, madre de Chad Joseph de 26 años y quien presuntamente falleció en el ataque del martes.
Burnley dijo que unos conocidos en Venezuela llamaron a los abuelos de Joseph en Las Cuevas y les habían dicho que estaba en el barco.
Joseph era pescador, tenía una relación y tres hijastros y había estado en Venezuela durante los últimos tres meses, señaló Burnley desde su casa en Matelot, también en la costa norte de Trinidad, la isla principal del archipiélago, ubicada a solo diez kilómetros de Venezuela.
El joven tenía familia en Venezuela.
También tiene gente que conoce. Venezuela está a tiro de piedra de aquí, sabes cuánta gente de aquí tiene familia allá y se va», añadió la madre. «Veo gente publicando todo tipo de cosas irrespetuosas y despectivas en redes sociales, y no me gusta. No lo conocen, ¿y por qué lo juzgan?», añadió sobre las acusaciones de narcotráfico.
Según medios, el otro fallecido también era pescador y habitante de Las Cuevas. Era conocido como Samaroo.
Presencia ilegal de EU en el Caribe
El incidente ocurre en el marco del operativo militar estadunidense lanzado en agosto de 2025 para supuestamente combatir el narcotráfico en el Caribe, una región clave en las rutas marítimas que conectan Sudamérica con Estados Unidos.
De acuerdo con el Comando Sur (U.S. Southern Command), las embarcaciones rápidas conocidas como “narcolanchas” son utilizadas con frecuencia para el tráfico de cocaína y otras drogas procedentes de Venezuela y Colombia.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han advertido que la falta de transparencia en estas operaciones puede derivar en ataques injustificados contra civiles.
Trinidad y Tobago mantiene una estrecha cooperación con Estados Unidos en materia de seguridad y lucha antidrogas, especialmente desde la firma del Caribbean Basin Security Initiative (CBSI).
Este acuerdo busca frenar el flujo de narcóticos, armas y personas en el Caribe, aunque críticos locales sostienen que la colaboración se ha centrado más en la militarización que en la prevención o el desarrollo social.
Según un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), las economías pesqueras del Caribe han sido particularmente afectadas por la criminalización de pescadores locales que transitan en zonas utilizadas por redes de contrabando.
El área donde ocurrió el ataque, frente a las costas venezolanas y a escasos kilómetros de Trinidad, es una de las más vigiladas del Caribe.
La proximidad entre ambas naciones —apenas 10 kilómetros— ha generado un flujo constante de migración y comercio informal. Muchos trinitenses viajan a Venezuela por trabajo o intercambio, y varios de ellos se han visto atrapados en medio de la tensión política y los operativos antidrogas.
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