17 de septiembre de 2025
Paleontólogos descubrieron en el desierto del Gobi, en Mongolia, una nueva especie de dinosaurio paquicefalosaurio con el esqueleto más antiguo y completo conocido hasta ahora de este grupo, famoso por su cabeza en forma de cúpula.
La especie fue nombrada Zavacephale rinpoche, una combinación de palabras en tibetano y latín que significa “cabeza raíz preciosa”, en referencia a su antigüedad y al hallazgo de su cráneo abovedado, similar a una joya incrustada en el acantilado donde se encontró.
Según el estudio, Z. rinpoche vivió hace unos 108 millones de años, durante el Cretácico Inferior, en una zona que en ese entonces era un valle con lagos, rodeado de escarpes. Los paquicefalosaurios eran herbívoros que podían alcanzar hasta 4.3 metros de largo y pesar más de 400 kilogramos. Sin embargo, este espécimen medía menos de un metro, y al morir aún era un juvenil.
Un hallazgo que redefine la cronología
“Z. rinpoche es anterior a todos los fósiles de paquicefalosaurio conocidos hasta ahora por unos 15 millones de años”, explicó Tsogtbaatar Chinzorig, autor principal del artículo y miembro de la Academia de Ciencias de Mongolia.
El hallazgo se realizó en la localidad de Khuren Dukh, en la cuenca oriental del Gobi. Aunque el ejemplar no había alcanzado la edad adulta, ya presentaba una cúpula craneal bien formada, lo que ofrece pistas únicas sobre el desarrollo de estos dinosaurios.
Clave para entender cómo crecían estos dinosaurios
Los paquicefalosaurios se caracterizan por sus grandes cráneos abovedados, usados —según se cree— en comportamientos de competencia sexual como embestidas o exhibiciones. Pero su desarrollo ha sido difícil de estudiar debido a que casi todos los fósiles encontrados son fragmentarios, y en su mayoría, solo cráneos.
“Durante años ha existido un debate sobre si las diferencias en los cráneos corresponden a especies distintas o simplemente a diferentes etapas de crecimiento”, señaló Lindsay Zanno, paleontóloga de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y coautora del estudio.
El nuevo espécimen, que conserva extremidades completas, cola articulada, gastrolitos (piedras estomacales) e incluso elementos de las manos, permite por primera vez vincular la edad del animal con el desarrollo de su cúpula craneal.
Al examinar cortes del hueso de la pierna, los investigadores determinaron que, a pesar de contar con una cúpula desarrollada, el animal era aún juvenil al morir.
Una nueva mirada a un grupo enigmático
“Este espécimen es una joya. Retrasa el origen conocido del grupo en 15 millones de años, y además nos muestra detalles sin precedentes sobre su anatomía y biología”, añadió Zanno.
Los investigadores consideran que Z. rinpoche llena vacíos clave en la historia evolutiva de los paquicefalosaurios, no solo por su antigüedad, sino por el excelente estado de conservación del esqueleto.
“Los materiales recuperados redefinen nuestra comprensión sobre cómo se movían estos dinosaurios, cómo era su estructura corporal y cómo procesaban los alimentos”, afirmó Chinzorig.
Los resultados del estudio abren nuevas líneas de investigación sobre la evolución de la ornamentación craneal, la locomoción y los patrones de crecimiento en dinosaurios, especialmente en un grupo que, hasta ahora, era uno de los menos comprendidos del Cretácico.
El descubrimiento de Zavacephale rinpoche no solo representa un logro paleontológico por su antigüedad y conservación, sino que también aporta información crucial sobre la distribución geográfica y la evolución temprana de los paquicefalosaurios en Asia. Estudios previos situaban el origen del grupo principalmente en América del Norte durante el Cretácico Superior, pero este nuevo hallazgo en Mongolia del Cretácico Inferior sugiere que el linaje podría haberse originado en Asia antes de dispersarse.
Además, de acuerdo con el artículo publicado el 10 de septiembre de 2025 en la revista Current Biology, el ejemplar fue encontrado en sedimentos datados con precisión en 108 millones de años mediante datación radiométrica de zirconios, lo que proporciona un marco temporal más exacto para ubicar la evolución temprana de este grupo. El esqueleto completo incluye 90% de los elementos óseos del cuerpo, un nivel de conservación inusual en fósiles de este tipo.
El uso de tomografía computarizada permitió a los científicos analizar el desarrollo interno de la cúpula craneal y diferenciar por primera vez con claridad entre estructuras juveniles y adultas en paquicefalosaurios. Esta tecnología reveló que los cambios en el grosor y la densidad del hueso podrían estar más relacionados con la edad biológica que con la taxonomía, lo cual podría llevar a reclasificar especies previamente descritas con base únicamente en diferencias craneales.
Este descubrimiento refuerza el papel del desierto del Gobi como una de las regiones más fértiles del mundo para la paleontología, donde desde los años 20 del siglo XX se han recuperado fósiles fundamentales para entender la evolución de los dinosaurios, incluidos algunos de los primeros nidos con huevos y embriones conocidos.


















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