04 de septiembre de 2025
La escuela primaria Adolfo López Mateos, que se ubica entre las comunidades Naranjo y Plan de Mesa Chica en Veracruz, sigue cerrada.
La intoxicación con plaguicidas que los estudiantes y profesores vivieron en marzo de 2024 hizo que fuera cerrada y así permanece.
A pesar de que ya inició un nuevo ciclo escolar, este plantel sigue cerrado.
La esperanza es que ahora que se ha prohibido una lista de sustancias contenidas en los productos utilizados en las siembras de papa, que se ha extendido indebidamente hacia la región del bosque mesófilo, pueda solucionar el problema y reabran el plantel, aunque todavía se ve difícil, aseguraron pobladores.
El problema es que una escuela sigue cerrada, que a muchos les da miedo ir y reclamar porque nos condicionan apoyos y mejor así lo dejamos”, aseguró María, habitante de Naranjo, muy cerca de la escuela López Mateos. Su casa también está cerca de los cultivos.
Junto con organizaciones ambientalistas y legisladores, el pueblo de Tlalnelhuayocan y de la comunidad de Cinco Palos, Coatepec han tenido que explorar rutas legales para reclamar que se han vulnerado sus derechos humanos a un medio ambiente sano.
Para el diputado federal Adrián González Naveda, el anuncio del Gobierno Federal sobre la prohibición de 35 de estos plaguicidas puede ser un buen comienzo: “Estoy seguro de que muchos de los tóxicos del cóctel tóxico que utilizan para el cultivo de papa para en el bosque mesófilo utilizaba varios de estos productos”, dijo.
Sin embargo, lamentó que muchas sustancias siguen siendo legales y gran parte del problema es que no hay claridad porque no hay una explicación sobre los componentes que utiliza cada producto.
El legislador también acompaña estas acciones legales de la población y de las organizaciones.
Explicó que el cultivo se extendió por el precio de comercialización que ha inundado los campos de papa, pero en el bosque mesófilo, por la humedad, deben utilizar grandes cantidades de plaguicidas para evitar hongos que no les invadirían en la zona del valle de Perote, un lugar seco.
Considera que en este tema deben actuar la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Secretaría Estatal de Medio Ambiente.
Que en el caso de Profepa ya procedieron con una denuncia, pero hace falta más intervención, porque la escuela sigue cerrada y hay pruebas documentadas de los daños a la salud que se han registrado en menores y adultos, no sólo en la escuela, sino en las comunidades cercanas.
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