30 de octubre de 2025
Estados Unidos y China acordaron el jueves suspender temporalmente las tarifas recíprocas aplicadas a buques del otro país, que se habían transformado en un importante motivo de fricción en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
La medida representa una prórroga de 12 meses en el pago de unos 3 mil 200 millones de dólares anuales en tarifas para los grandes buques construidos en China que navegan hacia puertos estadunidense.
El acuerdo es uno de los que alcanzaron en Corea del Sur el presidente estadunidense Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping.
A principios de este año, el Gobierno de Trump anunció planes para aplicar tarifas a los buques vinculados a China con el fin de enfrentar el control de Pekín sobre la industria marítima mundial y reforzar la construcción naval estadunidense.
Las denominadas sanciones de la Sección 301 surgieron tras una investigación estadounidense que concluyó que el dominio de China en los sectores marítimo, logístico y naval mundial se debía a prácticas desleales.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, dijo el jueves en Fox Business Network que la acción de la Sección 301 había sido suspendida.
El Ministerio de Comercio de China dijo en un comunicado que la suspensión se aplicaba a las sanciones de la Sección 301 «relativas a los sectores marítimo, logístico y de construcción naval de China». Añadió que el país también suspenderá sus contramedidas y tasas a los buques vinculados a Estados Unidos.
Las tasas han costado millones de dólares a operadores navieros como la china COSCO y la estadounidense Matson, y han afectado los horarios de los buques, provocando un aumento de los gastos de transporte que, en última instancia, recaería sobre los consumidores, advirtieron los expertos marítimos.
Relación EU-China
El acuerdo entre Estados Unidos y China sobre la suspensión temporal de tarifas a buques se da en un momento de alta volatilidad en el comercio internacional.
Desde 2018, ambos países han estado inmersos en una guerra comercial marcada por sanciones y contramedidas que han afectado sectores estratégicos como la tecnología, el acero, la energía y el transporte marítimo.
Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), el volumen del comercio mundial de bienes cayó un 3.2 por cientp durante 2024 como resultado de estos conflictos arancelarios, lo que presionó a ambos gobiernos a buscar alivios parciales para sus industrias más afectadas.
El transporte marítimo es la columna vertebral del comercio global: más del 80 por ciento de los bienes del mundo se mueven por mar, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
China domina actualmente la construcción naval y la operación de flotas comerciales, controlando cerca del 45 por ciento del tonelaje mundial, mientras que Estados Unidos busca reactivar su industria naval con incentivos internos.
La disputa por el control de esta infraestructura estratégica no solo tiene implicaciones económicas, sino también geopolíticas, al influir en rutas de suministro y capacidades militares.
Los aranceles aplicados durante los últimos años elevaron los costos de transporte y logística, encareciendo productos básicos y generando presiones inflacionarias en varias economías occidentales.
De acuerdo con el Banco Mundial, los costos de flete marítimo aumentaron un 25 por ciento en 2023 debido a estas tensiones.




















Deja una respuesta