Es domingo, ARMY. ¿Lograron despertar del sueño Hope on the Street en el Palacio de los Deportes? Apostamos a que siguen en él.

Hobi emergió anoche como una estrella ardiente en el Domo de Cobre, con la misma intensidad de las llamas disparadas de la rola Arson. Si hay que describir el corazón del sudcoreano es definitivamente con esta rola y también la pasión mostrada por el ARMY. ¡Son de otro mundo!

Dieron todo por ayudar a su niño de 31 años a cumplir su sueño de bailar en total libertad, de admirarlo y verlo rebotar en todo el mundo, en esta parada, en Ciudad de México.

El primer set trajo mucha actitud con la rima y el verso, pero, quizá, la segunda parte representa mucho más el alma de J-Hope, porque bailó popping como lo aprendió en las calles de Seúl y Osaka, con la única diferencia de que, en lugar de la romántica lluvia, las luces de las ARMY Bomb (lightstick de BTS) fueron la tormenta en bailar.

Es verdad que Hobi tiene mucha actitud con sus primeros vestuarios inspirados en Michael Jackson y algunos otros de sus ídolos, y el ARMY se derritió al verlo de rojo y sonriente, pero le va mejor la libertad del street wear, del beanie, la Varsity y el loose fit.

Terminó el set de lock/unlock, i don’t know y i wonder... y lo expresó con palabras: “de verdad estoy muy feliz de cantar estas canciones para ustedes. ¿Les gustaron? Conserven esa energía y sólo bailemos el resto de la noche”, lanzó.

Las expresiones del ARMY eran únicas, todas coincidían en el rostro impresionado de ver a Hobi tan cerca después de tantos años de espera. Las más grandes, las chiquillas, los vatos impresionados por el envidiable outfit Louis Vuitton, sin necesidad de tomar o de necesitar algo más para contagiarse del tremendo ambiente.

Escalofriante y conmovedor ver a tantas llorando de emoción y bailando, como sucedió con Just Dance. El calor ya era abrasador, porque la vibra estaba al límite, un bochorno que aumentó al verlas correr por los rollos de serpentina que soltó en la rolita antes mencionada. Todo lo que sea de Hobi es para coleccionar, quedó claro.

Cada transición en el show lo marcan cortometrajes con referencias a todas las rolas que tiene como solista, desde el proyecto Jack in the Box hasta Hope on the Street. También hubo un spot importante para dos fechas importante para él: su fecha de nacimiento y la de su enlistamiento al servicio militar en Corea del Sur.

Regresó con Sweet Dreams y MONA LISA, una rola recién lanzada que ha sido adoptada por todas las ARMY gracias al bonito mensaje que da con la letra. Y sí, Hobi las trató anoche como obras de arte y cuidó de sus chicas al asegurarse que en pit, primer piso y segunda planta la estuvieran pasando muy chido.

“Están locos. ¿Qué les pareció? Quiero decirles que ustedes son mis obras de arte. Son sensacionales. Gracias por escuchar mi música”, exclamó.

Lo cool de que J-Hope haya empezado en las calles, en los barrios y rodeado de la cultura hip-hop de su país es escucharlo soltar barras tan guetos como en 1 Verse y Base Line, un par de rolas que además de traer algo más de transgresión a la noche le regaló a las fans de pit la oportunidad de tocar las manos de su niño. Todas las niñas y el dude de gorra seguro no habrán pensando en no lavarse la mano que tocó a Hobi, sin embargo, tarde o temprano lo harán, pero lo cool es que 20 mil personas habrán grabado ese momento.

A estas alturas entenderán que para el ARMY el idioma no es obstáculo, porque desde hace años han dedicado tiempo a estudiarlo para cantar cualquier canción que adoren y con J-Hope pasa lo mismo, en especial cuando empezaron las rolas de BTS.

 Pandemonium con Mic Drop. Si tienen duda de qué pasaría si BTS volviera a México, sería a la séptima potencia. Ni los tapones ayudarían. Como sea, Silver Spoon y Dis-ease también trajeron de vuelta a los chicos, con todo y un split tremendo de Hobi. El tipo es una liga y fuera de serie, real. Si hay personas que siguen pensando que en el K-pop hay playback, tuvieron que ver a J-Hope: canta, baila y es incansable. Es la diferencia de un idol que siempre soñó con comerse al mundo, definitivamente.

El Hope on the Stage Tour está pensando para irse hasta a la cama con Hobi, ¿no creen? Porque además de tener el alucinante escenario de crucigrama, las cámaras se acercan lo suficiente a él para proyectar imagen enorme a las pantallas y así las fans puedan ver hasta sus gotas de sudor.

Lo de la cama no es un recurso metafórico salido de nosotros, sino que Daydream trajo el mismísimo colchón en el que los sueños de Hobi se hacen una realidad y, ahora, son compartidos con el fandom de CDMX.

Y si tuviéramos que decir con qué canción esta ciudad demostró a J-Jope su amor: Chicken Noodle Soup, que originalmente hace con Becky G. Pese a que muchos pensaban que la cantante mexicana saldría de sorpresa no sucedió; sin embargo, las partes de la letra en español fueron adoptadas por el ARMY. J-Hope estaba al borde de las lágrimas, su mirada irradiaba desconcierto y felicidad.

Acabando de cantar lo pudo externar en coreano e inglés: “De verdad saben fiestear. Éste es un sueño compartido. Esto es Mexico, por eso hay que venir otra vez. Y cuando digo esto no es broma, ni para quedar bien, todo esto jamás lo voy a olvidar. Hace siete años que no venía y puedo sentir que fue un tiempo muy largo. Si siguen así me darán ganas de quedarme en México. Me hacen sentir como en casa, así que quiero dar un show más grande todavía (en el futuro)”, exclamó, “Te amo mucho, México”, remató.

Llegó la hora de acabar la primera de las dos noches de Hope on The Stage en el Palacio de los Deportes con Hope World, Future y Neuron. Dulces sueños, Hobi, hasta la próxima.