Personas que aman demasiado
(Dr. Mauricio Mora / Foto Diario Extra).-Una vez, una paciente me dijo: “Mauricio, es injusto, yo siempre soy la que he amado más en esta relación, yo le amo cien por ciento y él me ama un cuarenta por ciento, y eso duele en el alma” y al final me tiró unas preguntas que me llegaron al corazón, “¿y será que algún día me ame en la misma intensidad que yo le amo? ¿Será que si es cierto aquello que un matrimonio siempre uno ama más que el otro?”. Mi respuesta fue que todos podemos cambiar, pero primero hay que ver si el otro quiere, pues por desgracia ese tipo de situaciones tienden a mantenerse así o hasta empeorar, y entre más años hayan vivido esta situación es más difícil el cambio.
(Dr. Mauricio Mora).-Mauricio, tengo dos matrimonios fallidos y ahora estoy en una relación de noviazgo, pero tengo miedo de volver a equivocarme. Yo sufrí mucho en las relaciones pasadas y no quiero volver a pasar por lo mismo, ¿qué me puede aconsejar? Gracias.
(Dra. Ana Yendry Morales B. ).-Seguramente había oído hablar del síndrome de Peter Pan, y quizá puede que se pregunte si este está en contraposición con el síndrome de Wendy. Le planteo el siguiente ejercicio y obtendrá la respuesta: Cierre los ojos y vuelva al país de Nunca Jamás. Wendy es la niña que cuida a los personajes del cuento en el mundo de fantasía, que es capaz de hacer aquello a lo que Peter Pan no se atreve, quien asume sus riesgos, sus responsabilidades, etc., pero siempre permanece en segundo plano. Peter Pan es el protagonista, que triunfa gracias a los esfuerzos de Wendy. Abra los ojos y vuelva a la vida real, ¿le suena? Seguro que, si no es usted, alguna Wendy se le ha venido a la cabeza.
(Dr. Mauro Fernández).-Probablemente la cesárea es la cirugía más practicada en la sociedad occidental. Los estudios indican que entre el 15% al 20% de todos los nacimientos ocurren gracias a esta operación. Aun cuando se ha convertido en un procedimiento rutinario en nuestras maternidades, la cesárea tiene un pasado heroico y cruento a la vez.
(Escrito por Leilani Díaz).-Nos lo han repetido hasta la saciedad: las segundas oportunidades no funcionan; lo vemos en la televisión, en el cine, en la literatura.