(Por: Raymundo Riva Palacio)
Desde julio, cuando tras una reunión del presidente Andrés Manuel López Obrador con el representante de México ante la Organización de las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, se anunció que México presentaría este año su candidatura para ocupar uno de los cinco asientos, de un total de 10 que se renuevan cada dos años en el Consejo de Seguridad, el máximo cuerpo político de esa organización, Estados Unidos comenzó a investigar si México pudiera ser una nación confiable para sus intereses. El Departamento de Estado empezó a preguntar qué tanto influía en la política exterior el Partido del Trabajo.
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